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lunes, 7 de enero de 2008

El zoo de Múnich

Primates

Cuando uno se fija en la mirada de estos animales descubre una tristeza inmensa en sus ojos. Muchas especies tienen un comportamiento social muy desarrollado y están allí, la mayoría de las veces atrapados detrás de un cristal, expuestos a la curiosidad, y muchas veces a la burla, del Homo sapiens. La diferencia genética entre un gorila y un hombre es tan sólo del 2,3 por ciento, una pequeña divergencia evolutiva que se ha convertido en un abismo de incomprensión que está llevando a esos grandes primates a la extinción.
¿Somo tan engreídos que no podemos ver en ellos un reflejo de nosotros mismos?