El Pueblo Saharaui (III)

34 años de vergüeza internacional

El 14 de Noviembre de 1975 España acuerda
ceder el Sáhara Occidental a Marruecos y Mauritania.
A los pocos meses los últimos soldados españoles dejan la antigua colonia.

El 14 de Noviembre de 2009 se cumplen 34 años de la injusticia
que dejó al Pueblo Saharahi sin su tierra...
...y la comunidad internacional sigue mirando hacia otro lado.

Desde entonces estas personas viven en campamentos de refugiados,
en el Desierto del Sáhara. Las imágenes muestran el campamento de Dajla.

Soñadores (IV)

¡Porque ya toca!

Porque ya toca hacer de esta ciudad un lugar en el que vivir y no en el que sobrevivir
Porque ya toca aprovechar nuestro clima para ahorrar energía y reducir la contaminación
Porque ya toca desplazarse sin atiborrar las calles de vehículos
Porque ya toca escuchar algo más que el ruido de los motores
Porque ya toca respirar un aire más puro
Porque ya toca que no tengamos que jugarnos la vida por desplazarnos en bicicleta

Porque ya toca dejar de asociar el progreso con el desarrollismo
Porque ya toca olvidar la idea de que los recursos son ilimitados
Porque ya toca asumir que sólo somos una especie más y que necesitamos el planeta para vivir

Porque ya toca...

El Pueblo Saharaui (II)

Mujeres

La mayor parte de los hombres saharauis se encuentran en el ejército del Frente Polisario, en los territorios liberados de la Repúbica Saharaui Democrática.

La mayoría de la población permanente en los campamentos de refugiados son niños, mujeres y ancianos.

Las mujeres tienen un importante papel al dirigir la familia, la jaima y los propios campamentos.

Cosas que se me ocurren (V)

Huellas en la arena (II)

Este invierno está siendo muy duro, de los más fríos que puedo recordar. Quién sabe si terminará borrando definitivamente las efímeras huellas...Y es que, quizás, el significado de esas huellas sea tan incierto como cierto es el significado de las palabras que encontré en un blog.

Ya no quiero jugar a correr tras de ti por los laberintos de tu mente, a que desaparezcas de mi vida y vuelvas convertido en poesía, daga o en tormenta.

Ya no me conformo con verte a través de tus siete velos, tras haber arrancado hace tiempo mi primer escudo, no tiene sentido seguir esperando los pasos que me lleven a cualquier camino en tu interior.

Conocer a alguien es lanzarse a la aventura de caminar de la mano de un ciego, con los ojos vendados, sobre un sendero lleno de brasas, que nos vuelve vulnerables a cada paso y nos arrastra a un destino incierto...y a pesar de todo eso, es la única forma de vivir de verdad la vida.